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Los estores enrollables son un complemento funcional y estético que puede hacer ganar gran potencial a una estancia. En el dormitorio, pueden generar un ambiente de privacidad, confort térmico y comodidad. Hay numerosos tipos, pero su elección dependerá de las necesidades que tengas. Para ello, te planteamos más abajo una guía de estores para la habitación para que no te quede duda alguna.
Hay muchísimas opciones de estores para habitaciones. Algunas de ellos son:
Los estores enrollables se distinguen según el tipo de tejido que poseen. Estos son los cuatro más frecuentes:
Los estores paqueto se caracteriza por no tener varillas. Está compuesto por una tela que se recoge al tirar de una cuerda que tiene por un lado. Cuando está bajado, es tan fina que ocupa muy poco espacio. Por ello, es idóneo para estancias de dimensiones más reducidas.
La tela es de lino, por lo que es un material frágil. Sin embargo, aporta un fuerte componente decorativo a la habitación. Con estos modelos, se busca crear rincones acogedores y con un ambiente cálido. No se recomienda en cocinas, más bien en salones o en dormitorios, puesto que no es un material ignífugo.
Es un clásico en el que hay una amplia variedad de tejidos y colores. Se caracteriza por tener unas varillas que, cuando se pliegan, se presentan en forma de acordeón. En este sentido, proporciona un aspecto armonioso debido a los pliegues tan simétricos que deja.
Los materiales que suelen usarse en estos estores para dormitorios son más pesados que los del resto. Son algo complicados de mantener y de limpiar, pero no es un proceso que lleve demasiado tiempo. Su punto fuerte es su facilidad de apertura, cuyo proceso no requiere espacio adicional.
El mejor estor para la habitación es, sin duda, el de noche y día. La razón es que se trata de uno de los más nuevos y avanzados que hay en la actualidad. Este se caracteriza por combinar dos estores, uno más opaco para las noches y uno más translúcido para el día. El que se esté usando en el momento estará bajado, y el que no se use se quedará enrollado.
Como todos sabemos, el dormitorio es un lugar para descansar. Por tanto, necesitas un modelo que se amolde a esas necesidades. En cuanto al material del que está fabricado, los más comunes son el poliéster y la fibra de vidrio. Como características esenciales, repelen el polvo y la humedad.
A diferencia de los dormitorios de matrimonio, el más indicado es el traslúcido. La diferencia, en este caso, es el componente estético, puesto que se debe adaptar al estilo de los niños. Hay muchas opciones, desde uno con estilo minimalista hasta otro con dibujos infantiles o motivos decorativos más juveniles.
Hay otros modelos que utilizan materiales aptos para que no se ensucien tanto debido al roce de las manos de los más pequeños. En cuanto a su pliegue, pueden ser manuales, autoenrollables o con un mando: de esta manera, se evita que los pequeños tengan acceso a la cuerda, lo que es sinónimo de seguridad. Incluso puedes diseñarlos con una fotografía, por lo que las posibilidades se incrementan aún más.
Lo primero que debes tener claro es para qué habitación la quieres y qué es lo que buscas. Es muy diferente un ambiente de relajación con cierta oscuridad y privacidad a otro con más iluminación. Lo importante es que te enfoques en el sistema de apertura y elijas un color que combine con la estancia.
Para elegir estores para el dormitorio, lo mejor es que te centres en los usos adicionales de esta estancia. Por ejemplo, si tus hijos tienen el escritorio, necesitan uno que sea noche y día. Si buscas mayor intimidad, puedes optar por uno que sea completamente opaco. Nuestro consejo es que medites la decisión y que, sobre todo, pienses en si encajará con futuras reformas.
En definitiva, los estores para la habitacion son un complemento fundamental. De esta forma, podemos evitar estar poniendo cortinas y generar un ambiente de modernidad idóneo. Recuerda que hay numerosos tipos, materiales y diseños, la elección está en tu mano. Ponte manos a la obra y escoge el modelo que más se adapte a lo que buscas.