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En el mundo de las persianas y mecanismos de protección solar, el freno de retención metálico de una persiana alicantina representa una solución ingeniosa y eficaz. Este mecanismo no solo asegura la durabilidad y resistencia en el uso diario, sino que también garantiza una operación suave y controlada de las persianas.
En este artículo, exploraremos en profundidad cómo funciona este tipo de freno, los componentes que lo conforman, y ofreceremos consejos prácticos para su mantenimiento y solución de problemas comunes.
El freno de retención metálico de una persiana alicantina funciona bajo un principio simple pero efectivo: utiliza la fricción generada entre componentes metálicos para controlar o detener el movimiento del cordón de una persiana. Este tipo de freno es altamente eficiente, proporcionando un control preciso sobre la posición de la persiana.
Los componentes principales de este mecanismo incluyen:
1. Pestañas o pletinas metálicas articuladas: Estas piezas son fundamentales en el proceso de frenado. Se montan alrededor de un eje y su movimiento controla la tensión en el cordón.
2. Eje superior ( foto de perfil ): Actúa como el punto de pivote para las pestañas o pletinas metálicas, permitiendo su apertura y cierre adecuado.
Preparación Inicial: Asegúrate de que el cordón esté correctamente posicionado y sin enredos.
Abre las pletinas metálicas y coloca el cordón entre el eje principal y la segunda pletina.
El cordón puede moverse libremente hasta que se aplica presión en un ángulo específico, generalmente de 45 grados, momento en el cual el freno activa la fricción necesaria para detener el movimiento.
Algunos de los problemas más comunes incluyen el desgaste de las pletinas metálicas y el mal posicionamiento del cordón.
Para solucionarlos, se recomienda realizar inspecciones regulares y reemplazar las piezas desgastadas. El correcto posicionamiento del cordón es crucial para el funcionamiento eficaz del freno.
Se recomienda realizar una revisión al menos una vez al año, aunque esto puede variar dependiendo del uso y las condiciones ambientales.
Esto puede deberse a un incorrecto posicionamiento del cordón o desgaste de las piezas. Revisa ambos aspectos y ajusta o reemplaza según sea necesario.